Los eBooks y otros formatos más económicos deberán esperar por el libro impreso

eBooksEl orden en que se ponen a la venta los distintos formatos de nuevos libros está a debate en los Estados Unidos, pero todo parece indicar que al final se va a imponer la tendencia de que los libros electrónicos y en audio deberán esperar a que primero se sature el mercado del libro en papel.

La industria cinematográfica hace lo mismo desde hace años. Los filmes de estreno se ven primero en las salas tradicionales para luego pasar escalonadamente a las versiones en DVD, la televisión por cable y la televisión regular.

La agencia de noticias norteamericana Associated Press informó recientemente que a medida que el mercado se muestra más receptivo a los libros electrónicos, se hace cada vez más lento su lanzamiento, poniendo por caso a la editorial Simon & Schuster, cuyas ediciones electrónicas de más de 30 obras para el primer semestre de 2010 “no estarán disponibles sino hasta cuatro meses después del lanzamiento del libro físico, en tapa dura”.

Según AP, los editores y autores han expresado su preocupación de que los libros electrónicos afecten las ventas de los libros físicos de tapa dura, que cuestan más. De hecho, los libros electrónicos ya han sido demorados para varios de los principales títulos en la temporada actual.

Como se sabe, Amazon.com, Barnes & Noble.com y otros minoristas suelen ofrecer los principales títulos electrónicos en 9.99 dólares.

Aunque todavía falta mucho por estabilizarse y es una carrera muy ligada al desarrollo de los nuevos artefactos de lectura, la preocupación viene porque los eBooks poco a poco van abriéndose un espacio. Se calcula que el mercado digital en Estados Unidos representa entre el 2% y el 5% de las ventas totales, más del doble que hace dos años, dijo AP.

Sin embargo, hay quienes piensan distinto. “El libro electrónico más popular de la temporada, The Lost Symbol, de Dan Brown, salió simultáneamente con el libro físico de tapa dura y ha vendido unos 200.000 ejemplares, un 5% del total de ventas de la obra, lo que era casi inconcebible antes de la aparición del Kindle y otros dispositivos digitales”, informó Associated Press.

“Los autores reciben la mayor publicidad durante el lanzamiento y necesitan machacar en caliente”, comentó el vocero de Amazon, Andrew Herdener. “Si los lectores no pueden conseguir su formato preferido en ese momento, podrían comprar otro libro diferente o ninguno”, agregó.

El mercado hacia América Latina tiene otro cantar. Por cuestiones de distribución y un menor poder adquisitivo de los lectores, el libro electrónico pudiera tomar la delantera, en una región donde la copia y ventas ilegales de textos es también un factor competitivo a considerar.

Varios analistas coinciden en que el 2010 será el año en el que los aparatos lectores de libros se internacionalicen a gran escala.

Pero otra novedad que sale a la palestra son las llamadas tabletas electrónicas, una solución a medio camino entre las tradicionales computadoras portátiles y los teléfonos celulares, una especie de mezcla de un netbook con un iPod Touch, que aspira a establecerse como el formato dominante a mediano plazo.

Por su parte, la influyente y voluminosa industria del libro evangélico parece estar reaccionando todavía muy lentamente a los cambios tecnológicos. Salvo algunos nuevos experimentos con Biblias electrónicas participativas, se sigue descansando en el libro impreso, sobre todo con los contenidos dirigidos al mercado en español. Todavía nadie se atreve a hablar, por ejemplo, de currículos de estudios bíblicos o catálogos de libros digitales enteros para leer en aparatos electrónicos.

El futuro del libro cristiano en general está hoy en día también muy ligado a la evolución de los contenidos ideológicos de la propia iglesia, inclinada en estos tiempos a las redes sociales del internet, la lectura rápida online, el vídeo, la música y los espectáculos de televisión.

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