Myrna Y. López-Peña, la abogada que inició en Puerto Rico la lucha por elevar a rango constitucional la defensa del matrimonio, acaba de publicar un documentado libro que pone de manifiesto las sutilezas que se usan en el mundo académico, intelectual y jurídico para hacer avanzar la agenda homosexual en ese país y en otros muchos lugares del mundo.
Dios y yo somos mayoría (Christian Editing, 6” x 9”, 343 páginas) argumenta que una especie de pequeñas zorras homosexuales se han ido colando en el lenguaje diario, incluso dentro del ámbito de las iglesias, con la intensión de hacerle perder la viña al pensamiento y la identidad cristianos.
La Lcda. Ivette M. Montes-Lebrón, presidenta de la Alianza de Juristas Cristianos de Puerto Rico, comentó: “Si quieres saber ‘cómo se bate el cobre’ en la corrupción moral del Gobierno y como se viene corrompiendo el nivel intelectual, llegaste a las letras que te impactarán; este libro presenta la verdadera historia de los obstáculos que nos han colocado para tratar de impedir una enmienda constitucional que frene al Estado en su empeño de alterar la base familiar natural única, que es el matrimonio entre un hombre y una mujer”.
Myrna López-Peña explica en su libro que “lamentablemente esas sutilezas también se practican en centros docentes cristianos, tal vez por error e inadvertencia, y aun muchos líderes de iglesias de sana doctrina, como también algunas editoras de literatura cristiana, han asimilado o se han conformado al lenguaje destructivo de la agenda homosexual”.
Al respecto de Puerto Rico, la autora se pregunta: “¿Cómo es posible decir esto en un país donde hay alrededor de 10,000 iglesias, donde se emiten cientos de programas radiales diarios en emisoras cristianas, donde tenemos varios canales de televisión cristianas, en apenas un área de 100 por 35 millas? … ¿Dónde está la influencia de cada creyente en medio de la sociedad en que vivimos?”
“No es ninguna novedad que existe un ataque claro, expreso y frontal contra la fe cristiana –dice de la autora–. De eso nos sabemos defender, lo sabemos discernir; pero hay otros estilos soslayados, casi imperceptibles, que se van filtrando como parte de nuestra vida diaria. Son las pequeñas zorras que hacen perder la viña, como dice el libro bíblico Cantares, y no nos damos cuenta”.
El objetivo de Dios y yo somos mayoría es despertar el corazón de los cristianos a que retomen el pensamiento intelectual en sus respetivas disciplinas profesionales; y es también una voz de alerta para los estudiantes universitarios.
“Pretendo ilustrar a todos los que se atreven a cuestionar la propaganda de las tinieblas, la cual se presenta con fachada de sabiduría”, explica su autora. “Cuando desmenuzamos la propaganda gayola descubrimos que es pura ignorancia. Tal propaganda ideológica ha hecho su entrada en los niveles de poder que nos gobiernan como pueblo. La repulsión hacia la verdad es tal que corrompen la Palabra de Dios, corrompen los procedimientos, corrompen las estadísticas, manipulan el pensamiento humano y el lenguaje con tácticas y propagandas viciadas. Muchas de esas artimañas, mediante un juego de palabras con el lenguaje, así como ideologías falsas, también se han infiltrado en las iglesias. Hay que escudriñarlas, identificarlas, combatirlas y derrotarlas con la verdad”.
Este libro será de igual forma una bendición para personas que no se desempeñan como profesionales. Es un mensaje para los padres, las madres, pastores y para todo creyente.
Inspirador, motivador, A retomar nuestro lugar.