A penas me inmuté cuando ayer leí que el astrofísico Stephen Hawking recibió en dos días unos 16.000 correos electrónicos que intentaban responder a su pregunta: “¿Cómo puede sobrevivir cien años más la raza humana en un mundo que se encuentra en el caos político, social y medioambiental?”
Según el rotativo británico The Guardian, las respuestas fueron muy variadas, y mientras algunos hablaron sobre su fe en Dios, otros expresaron la esperanza en más progresos tecnológicos. Pero no quedó claro si el famoso científico, que se encuentra postrado en una silla de ruedas a causa de una enfermedad nerviosa, responderá los emails o dará sus conclusiones.
Digo que apenas quedé sorprendido no sólo porque se trata de un sobresalto distintivo de la gente común, sino por lo extendido de este tipo de incertidumbre, incluso entre cristianos. Quizás en una proporción similar se mueve el “diálogo” religioso hispano en la Red. Es decir, muchas preguntas, pocas respuestas. Mucha demanda, pocas ofertas, sobre todo, de calidad.
Un dato significativo… En el directorio en español de Google aparecen 2.984 páginas Web registradas en la categoría de Religión, la inmensa mayoría catalogadas como cristianas (2.121). De estas últimas, solo 402 no son católicas. El remanente de páginas cristianas no católicas se nutre en buena medida de sitios institucionales, denominacionales o comerciales. Entonces queda muy poco margen para la oferta gratuita de recursos bíblicos, la información balanceada y la interacción personal.
Lo que sucede en los foros de discusión que ofrecen las páginas de Internet cristianas quizás ayuden a entender la demanda espiritual en el espacio cibernético. Vea los siguientes detalles de la página de foros de 2.056 miembros en la que laboro como moderador:
• Sepa que por cada miembro participante hay cien observadores o lectores pasivos.
• Una gran cantidad de visitantes a los portales de discusión no cuenta con los conocimientos básicos de computación e Internet para participar. Tienen miedo, se enredan o no saben teclear sus ideas.
• No por casualidad la mayor cantidad de temas que los miembros del foro proponen son de teología, doctrina, vida cristiana y peticiones de oración, en ese orden de importancia.
• La realidad estadística es que no todos los miembros de una página de foros de discusión se mantienen fieles por mucho tiempo, unos se cansan y otros se mudan a otros foros de la Internet. Cada cierto tiempo se renueva la batería de asiduos participantes.
• Un número significativo de temas de discusión teológica y doctrinales decae sin llegar a conclusión alguna, aunque en el camino hay participantes que salen esclarecidos. Muchas veces se vuelve a empezar con el tema una y otra vez, sin que muchos muestren señales de haber reparado en aportes anteriores sobre el tema.
• Las mujeres solicitan más oraciones y consejería que los hombres, en una proporción de cinco a uno.
• Salvo honrosas y raras excepciones, los pastores, ministros, eruditos, funcionarios y demás especialistas profesionales brillan por su ausencia.
• Estos foros se caracterizan por la transmisión personal de ideas auténticas y honestas, que muchas veces revelan los verdaderos conflictos internos que atraviesan los participantes.
Escuchen lo que dice al respecto el internauta y pastor presbiteriano Tod Bolsinger: “Parte de lo que estamos descubriendo es que todos necesitamos más diversidad, más interacción, más voces y más relación, no menos.”
Aunque la modalidad del Blog tiene sus propias especificaciones no es ajeno el comentario de DJ Chiang, un conocido bloguero asiático-americano (www.djchuang.com) relacionado con iglesias evangélicas. A Chiang le preocupa que cierta gente tenga miedo de bloguear por las responsabilidades que implica:
“Los que están conectados a organizaciones e instituciones, teólogos y filósofos –dice Chiang–, han expresado miedo y preocupación por la responsabilidad que tenemos al comunicar, porque lo que escribimos puede que no sea apropiado para todos a todas horas. Pero preferiría que los escrupulosos también hablasen de la responsabilidad del lector para filtrar y discernir. Me parece que es bueno mostrar nuestras dudas, escribir y revelar nuestros pensamientos, sentimientos, luchas, incluso aquellas cosas que aún estamos procesando, porque eso es lo que significa ser humano. No tener la respuesta, o la respuesta perfecta, o la respuesta correcta, está bien.”
Vea también: En la Internet, como ovejas sin pastor I
Estoy de acurdo con el comentario de Alejandro, està es otra tierra que hay que sembrar y se tiran muchas semillas la ventaja es que cada semilla puede ser tomada por muchos y seguir intacta , por lo que en estos espacios ciberneticos sembrar una semilla puede ser de mucha edificaciòn para el lector y el sembrador al ver la cantidad de visitantes que tiene siente que el mensaje de la palabra de Dios llega a màs personas y por lo tanto tiene oportunidad de dar frutos.
Claro los sembradores de semillas de calidad siguen faltando pues estos espacios tambien son visitados por aquellos que siembran la sisaña ( temas repetitivos y que jalan la atenciòn de los visitantes ?
Animo y felicidades por su espacio, que Dios le de sabiduria y entendimiento para elegir los temas y edificar a los visitantes .
No por casualidad este medio fue bautizado como «el ciber-espacio», palabrita que en sí misma es de un origen muy ecléctico (como su madre la posmodernidad). El ciber-espacio es la dimensión metafísica de la cibernética, palabra de origen griego (kubernetes) y que representa la idea de dirección, timón, administración e ideas afines. Así que los que navegamos en este ciberespacio lo hacemos sin brújula, con un vaivén aleatorio. Los creyentes en el Cristo de los Evangelios tenemos una nueva oportunidad de seguir siendo luz y sal –no de la tierra– sino de este ciberespacio.
En mi caso particular, no acostumbro a participar asiduamente en foros, mucho menos cuando tratan temas religiosos, pero es cierto que cada vez son mas las personas que intentan encontrar ayuda a sus problemas a traves del Internet. Y una de esas vias son los foros, donde ademas pueden desahogarse y emitir opiniones sin comprometerse ni señalarse. Pienso que debemos acoger con agrado y buena disposicion los avances tecnologicos, siempre y cuando estos sean positivos y aporten cosas buenas a nuestras vidas, y en general a la humanidad.