El arroz congrí de la iglesia virtual

arroz-2“Moros y cristianos”, de la cocina hispana, es una receta inverosímil a base de arroz blanco y frijoles negros. Pero muchos prefieren el “congrí”, una mezcla gastronómica de arroz blanco con frijoles colorados, al parecer porque combina sabiamente dos productos un poco menos opuestos.

Un poco así está pasando con algunas fórmulas de la iglesia cristiana virtual, es decir, con ciertos emprendimientos evangélicos del ciberespacio.

¿Seguirá siendo la iglesia cristiana tan exclusiva como hasta ahora? ¿Podrán los cristianos de todas las denominaciones unirse alguna vez? ¿Tienen futuro el ecumenismo, el no-denominacionalismo, el interconfesionalismo o la tolerancia religiosa en un mundo en el que cada quien parece más bien atrincherarse en sus casillas?

No se puede predecir. Pero es interesante lo que está sucediendo con algunas experiencias de la Red, no limitadas por la disciplina de lo religiosamente correcto, que podrían significar el principio de una nueva iglesia global.

Los llamados “Blogs de la Guerra” son un buen ejemplo de las potencialidades, aunque en el marco de otras rivalidades. Estos se hicieron notorios en el reciente conflicto israelí-libanés, donde cibernautas judíos y libaneses expresaron sus puntos de vista, bien sea para emitir opiniones, así como también para referir las vivencias que tienen estos cronistas digitales como testigos. La respuesta inmediata y extremadamente personal de estas bitácoras de guerra ha permitido que se establezca el diálogo entre ciudadanos de dos naciones que históricamente han estado incomunicadas.

Cuenta Lisa Goldman, en su muy famoso y alabado blog On the face (http://ontheface.blogware.com) que uno de los temas recurrentes de las conversaciones online, chats y foros que se han producido en este nuevo espacio de comunicación es la sensación de impotencia y tristeza por lo que está pasando en ambos lados de la frontera. También hay muchas discusiones y recriminaciones, pero lo más interesante, en opinión de esta blogger canadiense-israelí, es la posibilidad de entrar en contacto con el “otro” y esto, probablemente, va a producir un cambio en la visión y las relaciones futuras entre ambas naciones. Según Goldman, “entre estos bloggers hay futuros líderes”.

Aunque en menor cantidad, se pueden encontrar en el éter ciberespacial blogs mixtos que reúnen a israelíes con libaneses en una misma ventana.

Algunos resaltan el hecho de que el fenómeno en sí permite conocer la otra cara de estas sociedades, que por lo general dista mucho de la versión satanizada que suele presentarse en los medios de comunicación tradicionales, pues la información que recogen estos espacios es más directa, sin mediaciones y en tiempo real.

Un foro poco usual
De igual modo, cualquier cristiano puede ahora disponer de un espacio en la red para hacer públicos sus pensamientos y sentimientos, e integrarse a planetas, galaxias y universos afines, conformando de esta manera una inmensa iglesia alternativa. El inevitable caos que genera esta abundancia de opiniones y experiencias quizás nos parezca un “arroz con mango” y que el crecimiento sea más lento, pero en todo caso es genuino.

El ciberespacio cristiano, sin embargo, todavía está compuesto de planetas aislados que muchas veces se ahogan en su propia atmósfera. De manera que el diálogo religioso online también aflora tímido y bajo un intenso asedio de ignorancias, prejuicios, sospechas e intransigencias.

Algunas de las escasas invitaciones al diálogo interconfesional, por ejemplo, la ofrece el foro de discusión del portal de las Sociedades Bíblicas Unidas (http://foros.labibliaweb.com), dentro del marco de las Sagradas Escrituras. Alrededor de 200 foristas como promedio permanecen en línea atentos a las más atrevidas y acaloradas discusiones teológicas y de doctrina. Creyentes de toda la gama de dominaciones cristianas y católicas, y hasta algunos que se confiesan ateos, participan a título personal en un clima casi siempre de respeto y tolerancia. Algo significativo es el gran nivel con que son tratados lo temas, a pesar de al ausencia casi absoluta de representantes oficiales y líderes de instituciones e iglesias. Sabios y comprometidos moderadores han salido de sus propias filas y la comunidad crece y se edifica en las verdades fundamentales.

Es el arroz congrí de la mesa virtual cristiana. Nuevos y diversos ámbitos, sin censuras ni miedos, que permiten conocer opiniones, conflictos y dudas privadas que de otro modo se pierden o se esconden en los monolíticos salones de los templos físicos.

La mesa está servida.

 

“Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es (Marcos 9.40, RVR-60).

3 Responses to "El arroz congrí de la iglesia virtual"

  1. Hermano Jorge:
    Un enorme gusto leer sus comentarios y lo acertado de sus observaciones acerca del oficio de escritor.A mí, aunque ya ando en el otoño de mis años, me han abierto los ojos y los oídos espirituales.Mucho le agradecería si pudiera leer y darme su crítica de mis otros dos blogs de poesía: elpezdeninive.blogspot.com
    y laondadedavid.blogspot.com
    Perdone mi atrevimiento.
    Emmanuel Quiñones

  2. Oscar De Luna Alejandro · Edit

    También pienso que es interesante, además de que tengo el privilegio de participar en dichos foros. En ese lugar puedes tirar una semilla, que es tomada una y otra vez, cumpliendo el propósito de Dios, y «todos» los foristas, sin importar religión, se la llevan y da frutos. Es un excelente medio de difusión.

  3. Interesante, Jorge Julio. Creo que este fenómeno, al facilitar la inmediatez de la publicación de ideas, provocando así un obligatorio descontrol de información, obliga al Cristiano fiel a mantener una actitud cuidadosa, y hace mucho más resbaladizo y difícil el hábito de etiquetar a las personas según un resumen de sus creencias (lo cual yo usualmente llamo «deshumanizar»).

    Esto es, quizás, un beneficio de todo esto.

    A&R

Post Comment