¿Usted es de los que golpea el teclado sin ton ni son a la hora de escribir un email? Pues sepa que está en juego su reputación y la buena relación con su contacto electrónico. Aprecie aquí algunas reglas para escribir una misiva virtual de excelente gusto.
Por supuesto que la gente apenas tiene quien le escriba. O al menos no en papel. En los Estados Unidos el correo postal se bate en retirada y se defiende de los “emails” o correos electrónicos subiendo cada vez más el precio de las estampillas, mientras el cartero se ha convertido en un mensajero casi exclusivo de cobros y propaganda publicitaria. A los que viven en países donde todavía recibir una carta constituye un acontecimiento apreciado y emocionante no les ha llegado aún el tiempo de comprender aquella escena típica de las películas norteamericanas donde el protagonista repasa con desdén un voluminoso bulto de cartas recién llegadas, y sin abrirlas las desecha en el cesto de basura.
Pero junto con el hábito de escribir y enviar en papel se ha perdido el cuidado de confeccionar misivas electrónicas oportunas, bien escritas, amables, serias y respetuosas. La rapidez que demanda el medio virtual muchas veces olvida una serie de reglas de educación formal que tienen su propio valor y lenguaje, y que pueden dejar una impresión positiva en el destinatario.
He aquí una serie de reglas de buen gusto que usted debe tener en cuenta a la hora de hacer un email:
• Escriba el nombre de su contacto correctamente. La gente no perdona ver su nombre mal escrito. Esto es especialmente fatal en el caso de una correspondencia formal o de relaciones de trabajo.
• Ojo con la ortografía en general. Escribir rápidamente en una plantilla de correos electrónicos hace que se omitan palabras y se cometan muchos errores. Palabras mal escritas, mal usadas, faltas de concordancias e incoherencias hablan mucho de usted, sobre todo de su formación educacional y descuido. Si tiene problemas con la ortografía, use las herramientas de un procesador de textos.
• Emplee un estilo de escritura acorde con la naturaleza de la comunicación y el grado de confianza que tiene con su interlocutor. Nunca tutee a su remitente sino no tiene la debida confianza, o si se trata de una persona de mayor edad, rango o posición.
• No abuse de las mayúsculas, pues a veces puede dar la impresión de que está gritando.
• No abuse de los recursos visuales como formatos, efectos, flash, colores de fondo, etc. Esto más bien entorpece la comunicación y consigue un resultado contraproducente.
• Saludos y despedidas. En la comunicación electrónica inicial se recomienda usar el saludo, la despedida y la firma. Cuando se trata de la continuidad de correos que forman parte de una primera comunicación que va y viene, no es necesario repetir dichas formalidades.
• Conteste sus emails. Al menos dentro de los cinco días de recibido. Es de muy mal gusto no darse por aludido cuando hemos recibido un correo expresamente a nosotros dirigido. En caso de que usted forme parte de una comunicación masiva, no está obligado a responder.
• Cuando escriba un texto a varias personas a la vez, es de buena educación permitir que su correspondencia muestre las otras direcciones a donde va dirigida la misiva, a menos que sea evidente que se trata de un comunicado de tipo general.
• No caiga en la tentación de contestar en los mismos términos una misiva que le parezca dura, grosera o injusta. Ignórela, o déjela «dormir» por unas horas y luego sea usted diferente en su respuesta.
• Observe, sobre todo, esta regla de oro: Escriba a su prójimo el email que quisiera le escribieran a usted. Sea conciso, claro, oportuno, amable y respetuoso.
Para mí no existe todavía hoy, a pesar del uso creciente de los correos electrónicos -alias e-mail-, nada que sustituya el rito de recibir una carta, oír el crujir del papel del sobre cuando la abro,oír las notas conforme sacas la carta y la desdoblo, la expectación de lo que me van a decir en ella y la satisfacción de ver que es un familiar o amigo que se ha acordado de mí y ha «sacrificado» un poquito de su tiempo para que yo disfrute leyendo sentado y tranquilo lo que me cuenta. Es más personal, menos sofisticado y superficial. Ese rito no lo cambiaría yo por ningún correo electrónico que es bastante impersonal.
A mí me parece, o intuyo, que el correo electrónico le ha venido muy bien a los «mentalmente perezosos», o sea, a aquellos que reciben una carta completa con noticias etc, y la contestan (cuando lo hacen) con una escueta frase de dos otres líneas dando gracias, pero sin referirse a nada de lo que recibió escrito.Esto no me parece nada bonito ni ético, ni ayuda a mantener una amistad duradera. Yo disfruto mucho esperando al cartero todas las mañanas y ninguna de las cartas que recibo -no me refiero a anuncios o propagandas que todas ellas van directamente a la papelera- queda sin contestar. Y lo que digo del rito de abrir y leer las cartas lo aplico también a la lectura de un buen libro, como por ejemplo, la Biblia.
Yo pienso que el libro seguirá así, con su título, sus páginas y su contenido en papel mientras haya gente en el mundo que le guste leer. Sentarse a la sombra de un árbol en pleno verano o en el propio «santuario» de uno mismo -entiéndase estudio- y leer un libro, no puede compararse con la lectura de lo mismo en un ordenador personal portatil. Donde yo no leería un libro sería en la playa ni en el metro. resulta difícil concentrarse con tanto pecador alrededor.
Un abrazo para todos.
Aquila
El uso excesivo de mayúsculas es realmente muy feo y más si están amontonadas.
Jorge:
Interesante artículo. Debido a que algunos proveedores de cuentas de correo no saben como bregar con las tildes y algunos signos ortográficos, me he visto en la necesidad de omitir algunos de ellos, pero siempre coloco una nota abajo de los mensajes indicando que esto es intencional.
En cuanto al uso excesivo de mayúsculas, que feo leer un mensaje así, realmente parece que te están gritando. Que el correo electrónico es rápido, barato, etc. no es sinónimo de mala redacción entre otras cosas.
Excelente artículo, como de costumbre.
Sus recomendaciones son prácticas, útiles y oportunas. Encontrar la manera de ejercitarnos en el uso correcto de nuestra lengua es la única garantía de que un día sabremos qué dicen nuestroa nietos.
Aunque debo comentar que me inclino a enfatizar en el contenido, más que en la forma. Pero lo que me parece maravilloso de este crecimiento en el uso de la Internet es que más gente esté escribiendo. Nos ayuda poder expresar nuestras ideas.
De manera que escribamos y si lo podemos hacer correctamente, mucho mejor.
Pues yo también digo: ¡excelentes recomendaciones!
Cuánto ha cambiado el protocolo de las cartas y comunicaciones por escrito. Aún recuerdo que no hace mucho en mi cuidad de origen las solicitudes de trámites oficiales tenían que ser escritas en un papel especial, que llevaba un sello del gobierno y un formato único. Además, tenían que ser redactadas en un lenguaje especializado –del mundo de los tinterillos– que sonaba más a la época del virreynato que al siglo veinte. Los correos electrónicos, en cambio, poseen una informalidad tácita. Y para los que vivimos en los EE.UU. nos vemos constantemente influenciados por el mal uso del castellano, que se escucha y ve por doquier. Y para colmo de males, muchos no se animan a usar el teclado español de la PC (cosa sencilla de solucionar). Poco a poco nos vamos olvidando de la diéresis, de abrir con signos de admiración o de interrogación (!¿) o incluso de usar las comillas españolas («») en lugar de las inglesas («»)… y ni que se diga de los acentos: ¿será ciguena o cigüeña? A todo esto le añadimos nuestros propios barbarismos de la lengua que heredamos de nuestros países de origen (nadie se salva, ni los peninsulares). ¿Qué tú quieres? o ¿Qué quieres tú? o ¿Qué quieres?… ¿cuál será el correcto?
Gracias por las recomendaciones ortográficas y de estilo.
Muy claras y de gran ayuda todas esas recomendaciones para tener en cuenta a la hora de comunicarnos via e-mail. En mi caso reconozco que desde que llegue a Estados Unidos, se me hizo costumbre omitir totalmente los acentos (aun escribiendo este comentario lo hago), puesto que el teclado original esta en ingles. O es el lenguaje predeterminado del Windows, no se exactamente a que atribuirle ese detalle. Claro que si tuviera que escribir una carta oficial en español, con seguridad si los pondria.
Reitero, muy utiles todas esas recomendaciones y espero tenerlas en cuenta en un futuro. Gracias.
Excelentes recomendaciones, aunque me parece que 5 días para contestar un e-mail es demasiado tiempo. Según mi experiencia en varias corporaciones, 24 horas era lo que se estipulaba como el tiempo adecuado para contestar el correo electrónico.