Comamos y bebamos, porque mañana moriremos.
Conozca y cite correctamente esta frase célebre de la Biblia. Quién la dijo y por qué.
Autor de la frase: Isaías
Tema: Actitud
Libro de la Biblia: Isaías
Esta conocida afirmación se esgrime popularmente como toda una filosofía de vida; bajo la premisa de que hay que aprovechar los placeres al máximo porque la existencia es corta.
Es una expresión a la vez apremiante y amarga, tan vieja como el vino y los banquetes pantagruélicos. Una suerte de respuesta desesperada a la eventualidad de la muerte.
En algunos lugares se cita como perteneciente al filósofo griego Epicuro (341 a.C. – 269 a.C.), defensor de la búsqueda del deleite. Según aseveraba este antiguo pensador, el fin de la vida humana es evadir el dolor y procurar el placer. La idea se toma por algunos tal cual, pero ampliando Epicuro advertía que los goces carnales deben practicarse con moderación para evitar malas consecuencias.
La autoría de la frase, sin embargo, hay que dársela al profeta Isaías (740 a.C.), quien usó la expresión cientos de años antes, y lo hizo para quejarse de que el pueblo prefirió divertirse cuando eran momentos de condolencia: “y he aquí gozo y alegría, matando vacas y degollando ovejas, comiendo carne y bebiendo vino, diciendo: Comamos y bebamos, porque mañana moriremos” (Isaías 22:13).
Mucho después, el apóstol Pablo ironiza con la misma frase en 1 Corintios 15:32, para argumentar el sinsentido de concebir la vida sin una expectativa mayor: “Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos”.
Es decir, si esto es el todo del hombre, ciertamente vana es la vida humana, nuestra fe y esperanza. Pablo profetiza en esta epístola que cuando lo mortal del hombre se vista de inmortalidad, la muerte será sorbida en victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.