César Vidal es un reconocido y fecundo escritor cristiano, de sólida formación teológica. Sus libros, muchos de ellos de ficción literaria, trascienden los reducidos espacios que reservan las grandes librerías a las obras evangélicas o religiosas.
Vidal es el tipo de escritor cristiano de ficción que mejor puede opinar sobre la búsqueda de obras de calidad que hacen los auspiciadores del recién lanzado certamen literario de la editorial Grupo Nelson.
¿Es válido y oportuno un concurso internacional de literatura cristiana de ficción?
¿Podría un escritor profesional de novelas que publica habitualmente dentro de los circuitos generales del libro mostrar interés por un premio específicamente cristiano como el de Grupo Nelson?
¿Se puede hacer evangelismo a través de la literatura de ficción?
Cesar Vidal accedió a contestarnos esas preguntas.
“La creación de un premio de literatura cristiana de ficción me parece una idea verdaderamente extraordinaria y muy adecuada para los que escriben y leen en español.
“Sin dudas, un escritor profesional de novelas también podría sentirse interesado por un premio específicamente cristiano como el que ahora está lanzando Grupo Nelson.
“Por otro lado, un concurso de este tipo puede ayudar a disipar los prejuicios que hay sobre los evangélicos, además de que constituye una magnífica forma de acercar a los no creyentes el mensaje del Evangelio y los valores de la Biblia.
“No me cabe la menor duda de que se puede hacer evangelismo a través de la literatura de ficción. Llevo haciéndolo años, y podría aducir testimonios conmovedores, como el de aquel hijo que me agradeció que las últimas horas de su padre se hubieran visto endulzadas por la lectura de una de mis novelas y que hubiera muerto repitiendo una oración que figuraba en sus páginas.
“Por supuesto, no deseo establecer comparaciones ni mucho menos minimizar el ministerio de nadie, pero no existe un solo dirigente cristiano en la actualidad que haya alcanzado a tanta gente como autores cristianos del tipo de C. S. Lewis con sus Crónicas de Narnia. En mi caso -y les ruego disculpen la locura de mis palabras-, el número de personas que lee mis novelas es muy superior al de las que puedan asistir a una campaña evangelística en mi nación, o incluso ver o escuchar programas evangelísticos.
“A ese factor cuantitativo hay que sumar el cualitativo. Existen millones de personas que no pisarían una iglesia, que no acudirían a una predicación, que incluso se negarían a leer un folleto o ver un DVD cristianos, pero que sí leen ficción si ésta es buena y atractiva.
“Finalmente, quiero darle un argumento esgrimido por el propio Martín Lutero: ‘¿por qué hay que dejarle al diablo la buena música?’. Si aprovechamos la Internet, el cine, la TV, ¿por qué no vamos a hacer lo mismo con la literatura?”
Quiriera preguntar si se amplió el plazo para la entrega de documentos para el concurso premio Nelson, y si cada alo se realizará el mismo?